No basta con voluntad para dirigir un país o una empresa o un comité de empresa. Como ocurre con cualquier profesional en su trabajo, para dirigir, se requiere preparación y seguir actualizando la preparación, de no ser así, perderemos calidad y derechos en todos los aspectos. Está ocurriendo en EMT con el futuro convenio, con algunos trabajadores de distintas categorías que se les discrimina por ser eso, de distinta categoría, con grupos enteros como el nocturno, discriminado y olvidado, que se les obliga a trabajar en prestaciones distintas con pérdida de sueldo y un comité y sindicatos con representación en dicho comité que no hacen nada para evitarlo, por eso una decepción y una traición causan el mismo dolor general en toda la plantilla.
Viendo el incremento exponencial de la inseguridad, seguridad privada por policía ¿…? y las medidas que intenta e impone el Gobierno por la fuerza de los votos y no por la moral del pueblo para solventar algunos problemas, como el aborto, etc. Nos da la impresión que volvemos a la encomienda, a la época de los sacrificios de la inquisición española y las medidas de represión en la reforma y ser porfirizados. Todos estos regímenes totalitarios no han hecho sino extender y generalizar por medio de la fuerza o la difusión de sus ideales monopólicos y someter a los hombres al imperio de su voluntad. Cuando la razón indica decepción hay que darle paso a la razón, cosa que los dirigentes que tenemos no hacen.
¿Pensar en un cambio general de dirigentes sería positivo?
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