La conducción por la noche tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Por un lado es más relajante, ya que no hay que enfrentarse al feroz tráfico que hay por el día, pero por otro lado se fuerza la visión, provocando una pérdida anticipada del sentido ocular.
La peligrosidad es una situación que la padecen todos los conductores de la EMT, pero se intensifica por la noche. Cierto es que hay un servicio de seguridad exclusivo para los búhos, pero en muchas ocasiones el conductor e incluso inspectores se encuentran indefensos, ante una situación provocada por personas agresivas.
El plus de nocturnidad se cobra entre las 22:00 h y 6:00 h, en fracciones mínimas de media hora, no siendo exclusivo de turnos nocturno. Hay turnos de mañana que tienen 2 horas nocturnas, turnos de tarde que tienen 3 horas nocturnas, y turnos de búhos que tienen 6:30. Es decir, turnos de tarde que ganan la mitad de nocturnidad que un turno de noche. Realmente la diferencia dineraria no es muy grande, pero la diferencia en el modo de vida si lo es. El conductor de tarde aún acabando cerca de la una de la madrugada duerme por la noche, pero el conductor de búho no, puesto que su trabajo en propiamente dicho de noche.
Aceptando los pros y los contras del turno de noche, todos los que están, lo hacen de forma voluntaria, igual que todos los demás turnos de día que también lo hacen de forma voluntaria. Realmente a nadie nos han obligado a trabajar en uno o en otro turno, ni siquiera a trabajar en la EMT (actualmente vivimos en una democracia, con sus defectos y virtudes, aunque ciertas personas todavía creen que estamos en una dictadura).
En laborables las líneas de los búhos están formadas por 2 ó 3 coches, dependiendo de las líneas, y es muy poco probable que falte un coche. Cuando un conductor tiene una necesidad de librar un día, siempre hay algún compañero que viene en su día libre. La implicación del personal de noche es muy alta, y también su colaboración, ya que todos entienden que en sus líneas no se pueden suprimir coches, puesto que funcionan con un número de vehículos mínimo, para el buen desarrollo del trabajo.
Al fin y al cabo, el único servicio de transporte público que hay en horario nocturno es el que prestan las líneas nocturnas (aunque resulte repetitivo), sin este servicio miles de viajeros, que en su mayoría son trabajadores, tendrían muy difícil el poder desplazarse en Madrid.
La peligrosidad es una situación que la padecen todos los conductores de la EMT, pero se intensifica por la noche. Cierto es que hay un servicio de seguridad exclusivo para los búhos, pero en muchas ocasiones el conductor e incluso inspectores se encuentran indefensos, ante una situación provocada por personas agresivas.
El plus de nocturnidad se cobra entre las 22:00 h y 6:00 h, en fracciones mínimas de media hora, no siendo exclusivo de turnos nocturno. Hay turnos de mañana que tienen 2 horas nocturnas, turnos de tarde que tienen 3 horas nocturnas, y turnos de búhos que tienen 6:30. Es decir, turnos de tarde que ganan la mitad de nocturnidad que un turno de noche. Realmente la diferencia dineraria no es muy grande, pero la diferencia en el modo de vida si lo es. El conductor de tarde aún acabando cerca de la una de la madrugada duerme por la noche, pero el conductor de búho no, puesto que su trabajo en propiamente dicho de noche.
Aceptando los pros y los contras del turno de noche, todos los que están, lo hacen de forma voluntaria, igual que todos los demás turnos de día que también lo hacen de forma voluntaria. Realmente a nadie nos han obligado a trabajar en uno o en otro turno, ni siquiera a trabajar en la EMT (actualmente vivimos en una democracia, con sus defectos y virtudes, aunque ciertas personas todavía creen que estamos en una dictadura).
En laborables las líneas de los búhos están formadas por 2 ó 3 coches, dependiendo de las líneas, y es muy poco probable que falte un coche. Cuando un conductor tiene una necesidad de librar un día, siempre hay algún compañero que viene en su día libre. La implicación del personal de noche es muy alta, y también su colaboración, ya que todos entienden que en sus líneas no se pueden suprimir coches, puesto que funcionan con un número de vehículos mínimo, para el buen desarrollo del trabajo.
Al fin y al cabo, el único servicio de transporte público que hay en horario nocturno es el que prestan las líneas nocturnas (aunque resulte repetitivo), sin este servicio miles de viajeros, que en su mayoría son trabajadores, tendrían muy difícil el poder desplazarse en Madrid.
Todo esto es cierto, pero la Empresa nos trata mal, no nos paga el cambio de prestación, de hecho no nos reconoce ni el turno de noche como tal. Deberíamos hacer como los compañeros de la limpieza, renunciar todos los conductores al turno de noche.
ResponderEliminarYo creo que no hace falta renunciar, si luchar por nuestros derechos, ya que tenemos las mismas obligaciones.
ResponderEliminarVosotros pedís mucho y haceis poco. El que no le interese que renuncie..
ResponderEliminarMingo sigues siendo un cerdo y mucho más. Entérate de que va esto...
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