El Ayuntamiento de Madrid con la Señora Botella a la cabeza, sin quererlo, empieza a darnos la razón a las denuncias hechas por este Sindicato, son ya varios ceses o despidos en la Dirección de La EMT de Madrid, según nos han informado desde la Sede Central altos cargos de la misma, aunque todavía no se ha informado a los trabajador@s oficialmente.
La Empresa, EMT de Madrid, con una gestión que deja mucho que desear, se aprovecha de las circunstancias de la crisis provocada por el PP, queriendo quitar a los trabajador@s todos los derechos posibles con la bajada de sueldo incluida, no informa de la verdad de los movimientos, quiere seguir empeña en consolidar estructuras administrativas cuyo gasto es insostenible e inútil, con una organización de estructura desmesurada impuesta desde el Ayuntamiento con su plan estratégico, que a fecha de hoy, sigue sin funcionar, “dando perdidas”, una empresa que siempre funcionó perfectamente.
Existen muchos mecanismos de represión e intolerancia. Es decir, formas con las cuales las personas tratan de una forma, abierta o encubierta, de controlarnos y buscan formas de lograr que nosotros hagamos lo que ellos quieren, o como en La EMT de Madrid, engrandecerse de dar un Gran Servicio Nocturno y no tiene reconocido el turno de noche a sus trabajador@s, que bonito es engañar a los trabajador@s, o como en los Talleres que ocurre lo contrario, si tienen reconocido el turno de noche y no cobran la nocturnidad que generan cuando cogen las vacaciones, por ejemplo, o como algunos colectivos que todavía a estas alturas están sin normativa, como ocurre con los inspectores, mandos intermedios, para manejarlos a su antojo. Lamentable y con mucha culpa, también la tiene el Comité de Empresa y los sindicatos que lo componen con representación en el mismo comité, llevan años sin hacer nada al respecto, una Empresa Pública que debería ser totalmente transparente y regulada.
¿Será en este convenio cuando se tomen las medidas y se regulen todos los colectivos?
En este convenio pasará lo de siempre, los señores del comité de empresa se bajarán los pantalones por un puñado de horas sindicales y a los trabajadores nos dejarán con el culo al airé una vez más. Tiene gracia, ellos se bajan los pantalones y a nosotros nos la clavan...
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