La contaminación invisible de la EMT de Madrid. Parte 2

Hay varias clases de contaminación en la EMT, hoy hablamos de algunos mandos de la Dirección.

El día 4 de diciembre se publicó un aviso interno con el título, “Pautas sobre obsequios, comidas, invitaciones, viajes patrocinados y otras atenciones empresariales”. Además hubo una carta del Gerente a los trabajadores, con una explicación adicional sobre todo esto. En un futuro habrá un Código Ético y de Conducta de EMT, en el que se recogerán las conductas que son moralmente correctas y las que no lo son dentro de la organización de la EMT.

Para cualquier trabajador que estamos “a pie de obra”, los regalos por parte de alguien nos resultan cuando menos extraño. No es fácil imaginar que a un conductor que realizando un turno de trabajo, se aproxime un sujeto y le ofrezca una comida o una invitación con un valor mayor de 75 euros. También sería irreal que a un inspector que está en un control, con una móvil o realizando intervenciones, alguien le ofrezca un viaje patrocinado u otras atenciones empresariales. 

Cualquier trabajador que conozca esta empresa, exceptuando la dirección anterior, ¿Qué regalo ha podido recibir? ¿Un viaje por parte de una corporación privada? ¿Una atención empresarial de una multinacional? ¿Una invitación para cenar en el Hotel Palace de una embajada? Cuando menos estas situaciones son completamente ridículas.

¿Qué ha motivado el llevar a cabo un Código Ético y de Conducta?

Evidentemente no ha sido por las actuaciones de los trabajadores que formamos esta empresa, sino por algunos integrantes de la dirección que se han aprovechado de los contactos, sobre todo de los proveedores. 

La mejor manera de progresar tanto en la vida como en el trabajo es ser honesto, con nosotros mismos y con la gente que nos rodea. Pero cuando nos vendemos por un regalo, o aceptamos un obsequio de cierto valor aprovechando nuestro cargo empresarial, hemos perdido toda honestidad y moralidad. Actualmente, los valores que toda persona debemos tener están infravalorados, incluso son despreciados por parte de la gente.

Tan ruin y mezquino es aceptar un viaje a un destino exótico, a cambio de un contrato de suministro de material, como aceptar una garrafa de aceite virgen extra o una botella de vino a cambio de un mejor horario o puesto en de trabajo.