lunes, 28 de marzo de 2016

La EMT de Madrid y los Tiempos Convulsos

Igual que la situación del país es convulsa, la situación de la EMT también lo es, con una negociación de convenio que apenas avanza, en contra de lo que se pensaba en un principio. El talante inicial del nuevo equipo directivo hacía pensar en un convenio amistoso, pero no está siendo así, sino que el desarrollo de la negociación es muy parecida a la de los demás convenios. Esto es así porque los representantes de la dirección de la empresa son los mismos de antes, aunque el director gerente es nuevo y algunos directores también lo son, no así el resto del cuadro directivo. 
Analizando las ideas políticas del gobierno municipal actual y comparándolas con el anterior, se deduce que son completamente antagónicas. Esas ideas deberían verse reflejadas también en la EMT, pero lamentablemente hasta ahora no ha habido mucho cambio respecto a la anterior dirección, salvo en algunos puntos como es la comunicación con la dirección. 

Anteriormente hablar con algún miembro de la dirección para exponer argumentos era una misión imposible, casi una situación Kafkiana, en conclusión no hablaban con ningún trabajador, solo con el comité de empresa ya que era considerado el interlocutor oficial de los trabajadores. Esta actitud despótica ha cambiado para bien, la comunicación es mucho más cercana y fluida, teniendo una sensación de que los argumentos que les expones son oídos y comprendidos. 

Los cambios son lentos pero no por ello hay que ceder en el empeño de cambiar, cuando algo no funciona hay que cambiarlo. Somos conscientes de la dificultad de mejorar en una empresa tan inmovilista como la EMT, por eso conminamos a la dirección realmente implicada que tomen decisiones progresistas e innovadoras, que no tengan miedo a la equivocación, puesto que todos somos humanos, pero que sobre todo tomen decisiones para mejorar, sino es así estaremos igual que antes, languideciendo con un aspecto mortecino y decayendo hacia un destino incierto. 
La supervivencia de la EMT como empresa pública depende de decisiones acertadas, o si hubiera decisiones erróneas, estas deberían ser rectificadas con rapidez. Todos los que creemos en esta idea, debemos estar unidos y luchar contra la siempre presente amenaza privatizadora de los buitres, que quieren utilizar esta empresa para su beneficio personal.

Necesitamos como personas, como empresa pública y como sociedad un nuevo proyecto basado en nuestra tradición cultural, en la tradición cultural de Occidente que tiene como eje la razón y una educación desde la cuna hasta la tumba, inconforme y reflexiva, que nos inspire un nuevo modo de pensar y nos incite a descubrir quiénes somos en una sociedad que se quiera más a sí misma, que aproveche al máximo nuestra creatividad inagotable y conciba una ética y tal vez una estética para nuestro afán desaforado y legítimo de superación personal y que todos los colectivos de trabajador@s, por pequeños que sean, cuenten.

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